Argia. Asociación vasca de Ostomizados e incontinentes
ARGIA puso rumbo a La Rioja, sí otro año más; los socios nos reunimos para pasar un día de convivencia y ocio en tierras riojanas.
La ruta elegida esta vez fue por Elciego y Laguardia, corazón de La Rioja Alavesa y tierra de vino, modernas bodegas, pueblos medievales, y viñedos verdes con sus frutos en sazón, esperando la hora de la recolecta para ser llevados a las bodegas, esas bodegas que nos proponíamos visitar.
Nuestra primera parada fue en Laguardia, para un pequeño descanso, entrando por una de las puertas que dan acceso a la villa que luce una cerámica cuya inscripción dice así “Paz a los que llegan. Salud a los que habitan. Felicidad a los que se marchan”. Con este espíritu deambulamos por sus calles; la parada fue corta por lo que decidimos volver a la tarde.
De vuelta al autobús, seguimos ruta a Elciego, para visitar la Bodega del Marqués del Riscal. Esta bodega, la más antigua y tradicional de La Rioja, inició su andadura en 1.860 e introdujo las técnicas francesas de elaboración del vino, sin olvidar las tradiciones.
El complejo está compuesto por la antigua bodega de Marqués de Riscal, así como el nuevo edificio de Frank Ghery. El arquitecto ha recubierto de titanio el edificio, igual que su obra bilbaína, el Guggenheim, aunque en este caso ha querido impregnar el edificio de los colores representativos de la casa, Rosa como el vino tinto, Oro como la malla de las botellas de Riscal y Plata como la cápsula de la botella.
La visita fue extensa, y terminamos con una pequeña cata de vinos: un blanco Rueda, porque la bodega se ha extendido al pueblo vallisoletano donde se hacen unos excelentes vinos; el segundo fue un crianza, con sabores frutales que nos dejó en el paladar un sabor agradable que nos preparó para la comida que a continuación nos esperaba en el restaurante, Cosme Palacio. Su comedor con ambiente bodeguero hizo de la comida uno de los mejores momentos para estrechar lazos de amistad y conocernos un poco más entre todos los socios, motivo principal por el que ARGIA realiza estas excursiones.
La tarde fue tranquila, de reposo. Cada cual visitó aquello que más le llamó la atención del pueblo de Laguardia. Uno de los monumentos más visitados fue Casa Primicia, el edificio civil más antiguo de Laguardia. La antigüedad de las paredes, respirar su autenticidad, sentir la presencia de la historia se convierte en una experiencia única. La visita a Casa Primicia es un paseo por el tiempo a través del vino, la crianza y conservación del mejor tesoro de la comarca: EL VINO.
Aún quedó tiempo para perderse por las viejas calles de la villa y disfrutar de este bello pueblo que parece rescatado de la historia.
El filosofo Montesquieu, que también fue viticulor en sus ratos libres, pronunció la frase que define bien el espíritu de la jornada: “El aire, las uvas y el vino son un excelente antídoto contra la melancolía”.
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